viernes, 28 de diciembre de 2012

Adolescencia... Horror

Me he levantado hoy despertado después de una pesadilla especialmente horrible por su realidad.
Últimamente sueño mucho, y la mayoría de mis sueños me hacen mucho daño porque me dicen lo que no quiero aceptar cuando estoy despierto.
Empece mi adolescencia con muchos cambios, quizá demasiados.
Primero vino el descubrimiento de la masturbación  lo cual me permitía imaginar cantidad de estupideces y me confundía aun mas. A veces me tocaba pensando en alguna chica de piernas y culo bonito de mi barrio. Otras veces mi fantasía era con mi amor platónico de entonces. Livin' la vida loca! Yeah!
Luego vino otro cambio. Me tocaba empezar la secundaria y era tiempo de que la familia se mudara a la ciudad. 
No me emocionaba mucho la idea de dejar mi campo solitario y seguro, por un lugar lleno de gente, ruidoso y sucio. Luego se demostró que mis temores estaban completamente acertados.
Mi entrada al colegio coincidió con el cambio de voz y la aparición de vellos por todo lado. Me sentía incomodo, turbado, y mis nuevos compañeros (mucho mayores, y mas experimentados) lo notaron en seguida.
Entonces supe lo que era de verdad el Horror!
Empezó la vida de burlas, de empujones, de bromas pesadas. Llegaron a tirarme contra un alambre de púas y por poco pierdo un ojo.
Nunca me he considerado feo y parecía gustarle a algunas chicas, pero ellos se encargaron de dejarme en ridículo frente a todas ellas. Parecían seguirme a todas partes, buscando cualquier manera de hacerme sentir mal. Dicen que uno no debe llorar frente a los bullies, pero el que lo dice seguramente nunca se ha visto rodeado por una pandilla de cuatro chicos, mucho mas grandes que tu, que te hieren, se ríen de ti y te insultan a mas no poder.
Tuve amigos durante esa época que duro dos años. Dos compañeros casi igual de atormentados, pero amigos en fin. Mis compañeras me querían, quizá por lastima, aunque solo algunas se atrevieron a decir algo por mi, ya que yo era incapaz de defenderme.
Una de ellas me presento a la que seria mi primera novia. Empujados los dos, nos vimos metidos en un noviazgo sencillo, aburrido y soso. Hasta besarnos era incomodo.
Para esa época mis tendencias homosexuales habían aumentado. Pronto me vi obsesionándome por un chico guapo, luego por otro y por otro. 
Cuando estaba en segundo el abuso comenzó a disminuir, no del todo, pero ahora podía juntarme con los muchachos que antes me jodían la vida y no me corrían a patadas. El principal motivo era que el líder de matones se había cambiado de colegio. Y en su lugar apareció Eli, alto, blanco, ojos gris oscuro (siempre me han fascinado), y aunque a veces me molestaba, siempre me llamaba para que me juntara con ellos.
Teníamos una clase que duraba toda la jornada y la mayoría del tiempo la pasábamos solos.
Entonces empezó a aparecer el alcohol.
A mis ojos hacer aquello era algo horrible, y mas dentro de los limites del colegio. En esos días yo ya estaba completamente enamorado de Eli, y cual no seria mi alegría cuando un día en que el y otro compañero se pasaron de tragos y aprovechando que nadie nos veía, me beso en la boca. Fue un beso un poco corto y al que yo reaccione en shock. 
Ninguno lo volvió a mencionar y el también se cambio de curso el año siguiente. Aunque me dejo algo, si antes tenia dudas, después de ese beso, robado, fugaz, delicioso, no me quedaba ninguna.
Entonces empezó el nuevo año y todo cambio. Todo.
Yo ya no era aquel niño que se dejaba de todos. Yo era uno mas del grupo, y eso me llevo a que mis calificaciones antes excelentes bajaran a velocidad asombrosa. Nos saltábamos los muros, nos íbamos  a veces a la casa de alguno que estuviera solo, otras a algún río alejado de la ciudad, y dábamos rienda suelta al abuso de alcohol, drogas y cigarrillos. 
En el grupo habían varias chicas y empezaron las relaciones sexuales. Grande mi sorpresa al observarme enamorado de una de ellas. Mi confusión volvió mucho mas fuerte que antes. Desgraciadamente la llegada de ella coincidió con otra aparición que cambio mi vida...

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